Los dones y talentos son regalos de nuestro Padre Celestial, al crearnos Él nos pensó y tejió con amor las delicadas partes de nuestro cuerpo en el vientre materno, los puso según cada propósito y diseño.
Debemos descubrirlos y trabajar día a día para desarrollarlos y caminar hacia nuestro destino profético (propósito de vida).
En la madrugada soñé que el enemigo me dijo...¡Dame esos dos pájaros!...Yo le respondí ¡NO! con firmeza...Me los dió mi Padre.
El enemigo va a buscar de todas las formas posibles desviarnos del propósito, lo hará susurrándonos mentiras, si las creemos intentará obtener nuestra voluntad para que no avancemos y hagamos lo que tenemos que hacer, ¿De qué manera? Poniendo otros intereses en nuestros corazones totalmente contrarios a la voluntad del Padre, haciéndonos dudar, desconfiar, temer, envidiar, siendo avaros, y buscando la aprobación de las personas antes que la del Eterno Dios.
Las aves son una pasión para mi, escuchar su canto, ver sus colores, apreciar su vuelo es algo que me sobrepasa y mi Padre lo sabe. Entonces que me pedía este personaje, lo que el Señor había puesto en mi al momento de crearme, ese amor por las aves lo puso Él, asi como los dones y talentos en cada uno de nosotros.
*Señor tu me has examinado y sabes todo de mi*
*Tú viste formarse cada parte de mi cuerpo; todo ya estaba escrito en mi libro; fueron formados a su debido tiempo sin faltar una de ellas* Salmo 139:1,16
El Padre nos creo maravillosa y perfectamente, deposito en cada uno dones y talentos, estos son únicos como cada persona, y están guardados; son tesoros que debemos descubrir. Y el enemigo está interesado en robar nuestra voluntad porque sabe que si los descubrimos el pierde credibilidad y fuerza.
Nuestra voluntad es una llave que abre y cierra el cofre donde están escondidos estos tesoros, debemos guardarla celosamente, porque es con está que avanzaremos, nos desarrollaremos y alcanzaremos una vida plena en Jesús, extendiendo la cultura del Reino y siendo temible en contra de las tinieblas, conquistando territorios para nuestro Señor. Bendiciones Ana Cova.
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